viernes, 1 de mayo de 2015

Entramos en las trastiendas de los comercios y nos encontramos con MOHAWK.

¡Bienvenidos fumadores! En una incesante búsqueda por traer todo tipo de marcas nos percatamos de una triste realidad, más del 30% del tabaco que se consume es adquirido de forma ilícita en las trastiendas de pequeños comercios o incluso en un mano a mano en la calle, lugares que evidentemente carecen de la licencia de comercio de este.
Llegados a esta circunstancia el equipo de Más que humo decidimos que debíamos averiguar a que se debía esto, y nos pusimos en marcha en la búsqueda de estos cigarrillos que a tanto público atraían últimamente. Evidentemente lo que vamos a exponer a continuación es solo la historia en si, no vamos a facilitar nombre de personas o establecimientos relacionados con esta práctica.

Lo primero que vimos fue la razón del crecimiento del comercio de estos cigarrillos, el precio. Comparándolo con el tabaco que podemos encontrar en el territorio nacional el precio es irrisorio, ¿pero a cambio de qué? Cigarrillos rotos, mal prensados, con empaquetado en mal estado, carecientes (o con exceso) de sabor, pero entre todo esto vimos una luz, una cara pintada sobre una cajetilla que nos miró y nos hizo cambiar de opinión.

Queremos recordar que en ningún momento estamos fomentando la compra de cigarrillos mediante este método. Esto solo tiene un fin informativo. Recordamos a nuestros lectores que los cigarrillos deben ser adquiridos únicamente en estancos y centros de venta autorizados y con la respectiva licencia en vigor.

Mohawk, ese fue el nombre. Tras probar varios cigarrillos de distintas marcas que la gran mayoría de las veces no llegamos ni a consumir en su totalidad, nos topamos con esto. Un simple vistazo nos bastó para convencernos, era de los pocos que tenían el respectivo aviso de salud impreso en la cajetilla, y además quisimos recordar haber visto esa marca en alguna promoción a nivel nacional, así que nos hicimos con ella y nos pusimos manos a la obra con la prueba del mismo.


Aspecto

El aspecto de la cajetilla es bastante típico, el rostro de un apache sobre un paisaje montañoso, todo en tonos rojizos. Pero vayamos a lo verdaderamente llamativo.
En uno de los laterales viene el sello de la familia, Grand River Enterprises, de la cual buscamos información y resulta ser la fabricante de la mayoría de marcas de cigarrillos que encontramos en nuestra búsqueda, lo cual nos despertó otra duda, ¿por qué había tanta diferencia entre MOHAWK y el resto?
La duda sigue estando presente a día de hoy, ya que al intentar recabar información sobre este en la página del fabricante nos decía que nos pusiéramos en contacto con la distribuidora, desde la cual pudimos constatar que a pesar de ser la familia de origen alemán, los cigarrillos provenían de Budapest.

Además de esto, en la cajetilla vienen todo tipo de avisos sanitarios, lo cual nos tranquilizó bastante, ya que pudimos verificar que este tabaco realmente había sido producido en Europa (aunque no sepamos exactamente donde) y que ha pasado las pruebas de calidad y sanidad competentes.


Olor

En el olor es prácticamente imposible notar algún ápice que lo distinga de otra marca en particular, el humo se podría decir que deja un olor a tabaco tal cual, no es muy fuerte lo cual según en qué situaciones puede resultar bastante cómodo.
El olor del cigarrillo apagado es muy agradable. Ahí si se aprecia bien el olor a tabaco, como si llevase entubado poco tiempo, y sorprendentemente el olor del filtro y el cartón no logran eclipsar el aroma de este, aunque si están presentes como es evidente.


Sabor

Si en algo si que han sido fieles a la hora de vender la marca es en el retrato del nativo americano. El sabor es muy clásico, un american blend bien hecho, bastante dulce y agradable, que invita a exhalarlo rápidamente para volver a disfrutar de su sabor en los labios.
Pese a eso la esencia que impregna el paladar una vez hemos terminado la fumada no es del todo agradable, demasiado seca y tosca al mismo tiempo lo que puede hacer que nos cansemos de él con demasiada facilidad.


Fumada

Podríamos describirla en una sola palabra: Lenta. La combustión de estos cigarrillos es lenta en demasía, lo que unido a lo que comentábamos antes sobre el sabor puede hacer que estos cigarrillos puedan aburrirnos con cierta facilidad.
El humo es muy pobre, casi podríamos fumar en un entorno cerrado sin que se apreciase que lo estamos haciendo, lo que, a título personal, hace que pierda bastante encanto.



En resumidas cuentas, no es un mal tabaco, aunque tampoco podemos darle más de un 5'5/10. Si tenéis la oportunidad de adquirirlo en un estanco, que según nos han informado es posible según qué estanco y que fecha, os animamos a que lo probéis y nos deis vuestra opinión, aunque si no podéis no intentéis adquirirlo por vías ajenas a lo legal, ya que hay mejores cigarrillos en el mercado por poco más del precio de este.