¿Cómo se elabora mi tabaco? - Selección básica

A lo largo de la poca vida de este blog he recibido comentarios del tipo "No entiendo lo que quieres decir cuando hablas de mezcla americana" "¿Qué quiere decir curado por aire, eso no es cosa del jamón?". Es normal este tipo de duda cuando se desconoce lo que se podría llamar básico referente al tabaco. Detrás de ese cigarrillo del que aspiramos humo para satisfacer nuestra necesidad de este, hay un complejo proceso de elaboración, que varía según el tipo de cigarrillo que busquemos, así que vamos a ver algunas clasificaciones, empezando por la más elemental:

Tipos de tabaco

• Virginia

Este tabaco fue cultivado por primera vez en el estado de Virginia, de donde proviene su nombre. Este es el popularmente conocido como tabaco rubio, apodo que le viene dado por el color amarillo anaranjado que adquiere al ser curado.

El sabor de este tabaco es muy suave, con una fumada muy liviana y muy ligero al paladar.

• Burley

La principal forma de distinguir este tabaco del Virginia es su color, un poco más verdoso que el del tabaco rubio. Este tabaco se seca al aire para hacer que pierda todo su azúcar, con lo toma el sabor de un auténtico cigarro clásico.

Este tipo de tabaco suele ser más caro ya que requiere un mayor cuidado en su proceso dado que su cultivo requiere gran cantidad de químicos.

• Oriental

En apariencia esta es la planta más llamativa dado su pequeño aunque robusto tamaño. Este tabaco se deja curar al sol, aprovechando que para su cultivo se requieren altas temperaturas, lo cual le otorga un sabor aromático, mucho más agradable al paladar que el de sus hermanos.

El aroma de este tabaco era el usado en los cigarrillos turcos tradicionales.

#NOTA# Cuando nos venden un cigarrillo con la popular etiqueta de American Blend usualmente encontramos una mezcla de los tres anteriores tabacos, aunque la verdadera mezcla americana está compuesta solo de tabaco Virginia y Oriental.

• Negro

Tabaco que apenas necesita presentación, en apariencia es un poco más grueso en la estructura de las hojas, aunque requiere que se realice una fermentación forzada para darle el aroma que reconocemos como aroma a puro o habano.

Bien, ya sabemos que tipos de tabaco hay en el mercado, pero aquí no hemos hablado de carácter, textura, y a duras penas de color, ¿qué falta aquí? La curación.

El curado es un proceso cuidadosamente controlado con el que se logra la textura, color y calidad general de cada variedad específica de tabaco, por ende debemos tener en cuenta que para cada tipo de tabaco, hay una forma de curación más idónea que otra, aunque eso no quiere decir que no sea posible intercambiarlas.

Durante el curado, el almidón de las hojas se convierte en azúcar y el color verde desaparece, delatando frente a que tipo de tabaco nos encontramos de no haberlo sabido con anterioridad.

Vamos a ver, las distintas formas de curar el tabaco:

• Curado por aire (air-curing)

Curado por excelencia del tabaco Burley. Para este proceso de curado, el tabaco se cuelga en graneros sin calefacción y muy ventilados para que se seque de forma totalmente natural. Para cuando el tabaco está curado, no queda prácticamente nada de azúcar en las hojas.

Generalmente, cuando se cultiva tabaco a nivel doméstico se suele usar este método de curado por falta de recursos para los otros, aunque no suelen conseguir el sabor de un auténtico Burley. El secreto para esto es el envasado posterior al curado. Si queremos conseguir un auténtico tabaco Burley deberemos tener este tabaco reposando en tarros de cristal de seis a ocho meses.

• Curado por calor artificial (flue-curing)

Este es el proceso de curado que debe usarse para conseguir un tabaco Virginia óptimo. Para este proceso, se deberá introducir en el granero de curado mediante tubos calor desde una caldera exterior a este, lo cual acrecentará el color característico del tabaco Virginia y además hará que conserve todo al azúcar.

• Curado por fuego (fire-curing)

Este es el proceso que requiere más atención, aunque no más inversión. Para este proceso se queman ramas secas debajo de las hojas de tabaco, lo que hace que las hojas se sequen de forma muy rápida y además obtengan una fragancia ahumada.

Este es el método que se usa sobretodo en el tabaco de pipa, o incluso en algunas marcas de tabaco de liar de más prestigio.

Claro está que el mundo del tabaco, como todo, es mucho más extenso que solo esto, aunque profundizar en ello nos llevará bastante tiempo, y solo se lo recomiendo a aquellos que como nosotros, sean unos auténticos aficionados de este. Con esto ya tenemos los conocimientos básicos que debemos tener para saber qué estamos fumando, y de donde viene lo que estamos fumando.